Cuida tu privacidad

   Qué es la identidad digital

Se conoce como identidad digital a toda la información que hay publicada en Internet sobre una determinada persona. Son datos que pueden haber sido publicados por la propia persona y también datos que pueden haber acabado en la red por causas ajenas: los ha publicado otra persona, un periódico, un colegio, etc.

Debemos darle a nuestra información el valor que tiene. Igual que no dejaríamos un álbum fotográfico en un autobús, seamos cuidadosos con lo que publicamos en Internet. Del mismo modo que ponemos medios para que nadie curiosee por la ventana de nuestra casa, también debemos evitar que un desconocido tenga acceso a nuestra vida privada poniendo todas las herramientas que están a nuestro alcance para proteger nuestra información personal.
Debemos aprender a valorar y a proteger nuestra información ya que una vez publicada en Internet perdemos su control.



   Riesgos de no proteger la privacidad

Gran parte de la información que se puede encontrar sobre nosotros en Internet la hemos compartido nosotros mismos: redes sociales, mensajería instantánea, publicaciones en blogs, foros, etc. Está claro que cuanta más información se sepa de nosotros, más fácil se lo ponemos a aquellos que quieran hacer un uso indebido de ella.
Es importante conocer los riesgos de hacer públicos ciertos datos:
  • Datos personales. El DNI o pasaporte son claros ejemplos de datos que no debemos facilitar sin más en Internet.
  • Correo electrónico. Que nuestro correo deje de ser privado hará que comencemos a recibir cada vez mayor número de spam, mensajes con intentos de engaño (phishing), fraude, etc.
  • Datos bancarios. Facilitar nuestros datos bancarios nos puede exponer a una pérdida económica.
  • Ubicación geográfica. Publicar los lugares que solemos frecuentar proporciona información que permite que alguien malintencionado pueda localizarnos en persona o pueda conocer nuestra rutina y hábitos diarios.
  • Fotografías y vídeos. Nuestras fotografías y vídeos personales contienen mucha más información de la que pensamos: ubicaciones físicas, quiénes son nuestros amigos y familiares, cuál es nuestro nivel económico, qué aspecto tiene nuestro domicilio, gustos, preferencias, etc.

    Relación entre el navegador y la privacidad

    Mientras navegamos por Internet también estamos proporcionando involuntariamente mucha información. El navegador puede almacenar ciertos datos como son el historial (páginas que visitamos), las contraseñas que utilizamos para acceder a algunos servicios, los datos que introducimos en formularios, las cookies de navegación, etc.

    Todos estos datos guardados por el navegador aportan mucha información sobre nosotros. Por este motivo, existen determinados programas diseñados para robarla y cederla a ciberdelincuentes
    Por otro lado, debemos ser conscientes de que navegadores como Chrome, si lo usamos con el perfil de Gmail, da pistas al proveedor del servicio (Google) de muchos de nuestros hábitos de navegación, por lo que recomendamos revisar todos estos aspectos detenidamente.



    Servicios online ¿qué hacen con nuestros datos privados?

    Para registrarnos en algunos servicios de Internet, en ocasiones se nos pide diversos datos personales: nombre y apellidos, teléfono, fecha de nacimiento, correo electrónico, etc. Al proporcionar estos datos corremos un riesgo, ya que no podemos controlar con exactitud quién va a acceder a ellos ni para qué. La ley española obliga a las empresas a proteger estos datos, pero a algunas no les aplica por estar ubicadas en otros países. Por este motivo, debemos valorar antes de darnos de alta en algún servicio, qué datos nos piden y qué uso van a hacer de ellos. Para ello es importante que leamos las condiciones de uso y la política de privacidad del servicio antes de facilitar cualquiera de nuestros datos.
     



    Cómo proteger los datos privados que almacenamos en dispositivos móviles

    Los dispositivos móviles como tabletas, smartphones o portátiles almacenan gran cantidad de información privada: documentos, fotos, vídeos, correos electrónicos, contactos, acceso a redes sociales, facturas, etc. Por este motivo es de vital importancia proteger adecuadamente toda esa información que almacenamos en ellos.
    Una primera barrera de seguridad que podemos implementar es el establecer modos de acceso seguros mediante contraseñas o patrones de pantalla, lo que ayudará a proteger nuestra información si el dispositivo cae en manos de un desconocido o una persona no autorizada.



    Dónde y cómo no acceder a datos privados

    A veces utilizamos equipos ajenos para conectarnos a Internet: locutorios, aulas de formación, hoteles, etc. Además, lugares como aeropuertos, bibliotecas, universidades, hoteles, etc. ofrecen wifi abiertas o públicas a las que nos podemos conectar nosotros y otras muchas personas a las que no conocemos.
    En todos estos casos, lo más recomendable es evitar el envío de información personal ya que desconocemos el nivel de protección del equipo o de la red.

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